Después de una fiesta salvaje, mi hermanastra me pilló en el sofá deseando atención.Ella cedió a sus deseos y me bajó la cremallera del pantalón, chupándome con ansias la relación a largo plazo, abrió las piernas para un revolcón apasionado, ajeno a la traición de su novio.Este encuentro íntimo nos dejó a ambos satisfechos.